martes, 1 de febrero de 2011

Resumen de Postergación

Resucita de esperanzas tardías y cae en el letargo de la desilusión, la muerte es dulce si mueres dormido, si tu madre te despierta cada día para ir a la escuela y te encuentra con los ojos abiertos de sueños incomprendidos, si te vas y la dejas ausente de despidos, si regresas y el espacio es poco para respirar la vida.

Pienso durar un siglo, para q el tiempo sea tan perdido, como el del primer día, para q el equilibrio de morir y vivir llene la ignorancia de sentir q las cosas pasan insignificantes, q no pasan, q dejo para mañana cada cosa imprescindible, q nada es mas importante q la mala suerte de estar ausente en tu funeral de cada día.

La voluntad no te premia si  comes del pan nuestro, si pereces en las ganas de amar u odiar, si tener fe no te aferra a nada, si la fe se muere en cada instante q respiras y te quedas postrado en tu fetidez, y no dejas q la luz entre por tu ventana y nada tiene mas sentido q tu propia inconformidad.

Redes sociales q te absorben, ya no quieres sentir el calor humano de un beso, ni la herida fría de una mirada de desprecio, ni aceptación, ni desencanto, lo impredecible de caminar y tropezar y caerte y levantarte.

Suicidar cada anochecer y resucitar al alba, desconectarte de pasiones ingratas y esperanzas atropelladas, la vida se te va en un cuarto de sonrisa y el tiempo te consume en su andar barato y no sabes la diferencia entre amar y saciar.

Todo tan superficial, pensando en la felicidad extraviada, en esa q no tendrás por la ausencia de manos.

No hay remedio, ni otra vida, lo q hiciste lo cargas o lo dejas, tu pasado dibuja tu destino y tu destino se embaraza de culpa y soluciones pasajeras, la ausencia de razón q provoca al andar, no justifica el pánico q siento cuando se acerca.

Epitafio

No queda nada de tu inmensidad minúscula,
tendido en tu sarcasmo
falleces en tu insolente narcisismo,
en tu féretro de gusanos de seda
y te corroes,
reposando inmune,
en vidrieras de hambre, de sed,
humanamente en tu miseria.
Te miro y tu ego me lanza una sonrisa diabólica e incoherente.
Falleces delante de tus pasos.
Ya no queda nada,
la fuente seca se desborda en el polvo de tu memoria,
no puedo llorarte,
me miro en el espejo y me lanzo  una sonrisa catatónica y sombría,
cada vez mas distante.......
No quiero comer de ese plato frío y putrefacto, que es tu recuerdo.
R.I.P.

miércoles, 12 de enero de 2011